
Luis
es un joven de 23 años que posee dos particularidades, la primera es
que es muy fanático del fútbol, desde joven ha practicado
incansablemente para mejorar, asiste a cada partido que puede, ve
todas las repeticiones por televisión y se sabe el nombre de los
jugadores de cada equipo importante, conoce cuáles trofeos han
ganado y cuándo, hasta hace predicciones con sus amigos sobre quien
se llevaría el próximo mundial o copa; la segunda particularidad es
que es un pervertido, sueña con tener a todo un grupo completo de
sus jugadores favoritos amarrados en posiciones indefensas y poder
hacer lo que le placiera con ellos, de paso les causaría dolor,
porque no solo es extremadamente sexual, sino que además disfruta
del ballbusting y otras prácticas sadomasoquistas que anudado a su
obsesión por este deporte siempre fue una mezcla a punto de
explotar. Físicamente es un tipo bastante normal, mide 1.78 cm, con
un cuerpo bastante ejercitado, de piel morena, con dos grandes
piernas musculosas y unas nalgas redondas y carnosas, su pene mide 18
cm, sus brazos no son tan gruesos en comparación con sus muslos pero
igual los mantiene en forma, su abdomen es plano y con cuadritos, su
cara es un poco redonda, con unos ojos marrón oscuro que tienen una
mirada muy seria, sus dientes son blancos aunque algo torcidos, su
nariz es grande pero sus labios finos, en fin, un chico común.



El hecho de que hubiera estudiado tanto
acerca de fútbol y de los campeonatos también lo ayudó a planear
un crimen horrible, había memorizado los horarios de entrenamiento
del equipo local y decidió satisfacer sus más oscuras fantasías
sexuales con ellos, para esto se preparó muy vagamente pero sabía
que sería efectivo. Compró un rifle el lunes por la mañana y ya
para el miércoles a las 9:00 pm estaba a las afueras del estadio
vestido con un buzo apretado de arquero que le marcaba mucho el
paquete, una camiseta azul rey y guayos, había escogido esa hora
porque ya había finalizado la práctica y probablemente solo
quedaran algunos de los jugadores adentro, si bien hubiera preferido
partirle las bolas a todos los que conformaban el equipo, analizó
que sería demasiado riesgoso, a más personas, más probabilidades
habían de que alguien se hiciera el héroe. Consiguió los planos
del establecimiento en internet, pero en realidad no los necesitaba,
pues había ido tantas veces allí que se conocía los corredores
como si fueran su casa, el moreno muchacho entra por una abertura que
había a los costados de las rejas que separan el estadio de la
calle, pasa luego por una ventana de la planta baja y camina a través
de ese solitario pero muy alumbrado pasillo, pasando por donde se va
hacia las gradas, pero en vez de girar hacia la derecha se va a la
izquierda y baja por las escaleras que llevan a los camerinos, el
olor a sudor y testosterona ya se siente en el ambiente, y de repente
unas voces de machos excitados se oyen cerca, el pervertido muchacho
se para al lado de la puerta y observa cuidadosamente a quiénes
están allí

En ese momento hay 5 jugadores que casi siempre
son los últimos en retirarse, pues siempre hacían algunos penales
más que el resto: Leonel y Antonio eran muy similares, blancos y con el cabello largo Leonel con el cabello negro y Antonio castaño claro, Leonel a su vez es un poco más bajo que el otro, mientras Antonio mide
al rededor de 1.76 cm, Leonel solo mide 1.69 cm; por su parte Kevin
Mappéc es el único jugador negro, mide 1.78cm, con una cara muy
robusta, el mentón salido y los ojos negros, Cristian es moreno y el
más al to de todos, 1.87 cm, con la cara cuadrada y el cabello corto
y con un copete levantado con mucho gel, por último Alexis, también
moreno de piel pero con una tonalidad amarilla, con cara cuadrada y
bajo, de 1.69 cm. La anatomía de los jugadores es muy similar, todos
con abdomen definido, grandes y jugosas piernas y culos y con brazos
ejercitados, en ese momento cuatro de ellos están vestidos con el
uniforme, unos shorts blancos ajustados que marcan el paquete,
mientras que su polera del equipo es de rayas verticales intercaladas
de azul rey con blanco, además de medias azules que les llegan casi
hasta las rodillas y todos ellos con guayos, el único que estaba
semi desnudo en ese momento es Antonio, el guapo chico se encuentra
solo con sus slips negros puestos. Todos ellos conversaban y se reían
tranquilamente hasta que Luis, salido de ninguna parte, entra al
camerino con el arma en su mano, los mira atentamente mientras los 5
machos deportistas se quedan en silencio asustados

- Pero qué significa esto – dice Cristian mirando fijamente a Luis
-Cállate, silencio todos o les disparo en los huevos, me oyeron bien – grita Luis con todas sus fuerzas, ante estas palabras ninguno de los jugadores dice más nada – ahora empiecen a tocarse entre ustedes, las nalgas y miembros.
-Pero ¿qué dices? No haré nada de eso – responde el negro Kevin mirando enojado al pervertido, que se queda mirándolo unos segundos hasta que de la nada mueve sus brazos de abajo hacia arriba golpeando con el arma en toda la entrepierna al piernón futbolista, el short blanco del uniforme se moldea y permite un acceso directo hacia sus huevos, los cuales son aplastados por el metal enviando un corrientazo de dolor a Mappéc que lo tira al piso cubriéndose sus partes mientras solloza.

-¿Alguien más quiere decir algo? - Pregunta Luis, ninguno de los deportistas responde sino que se empiezan a tocar unos a otros por todo su cuerpo sudado, los pequeños Alexis y Leonel se abrazan tocándose sus nalgas sensualmente, primero temerosamente pero poco a poco con más pasión, la mano de Leonel pasa de arriba hacia abajo en la raja de Alexis justo antes de que le diera un beso en la boca, pues el arma de Luis apuntaba en ese momento hacia él; por su parte Cristian y Antonio se tocaban sus bolas apretando sin tanta fuerza, uno totalmente uniformado y el otro en ropa interior, cuando Luis los ve se impresiona un poco, pues después de solo algunos segundos a Cristian se le empalmó el pene, dejando vislumbrar a través del uniforme deportivo un gran bulto remarcado que era tocado sensualmente por las manos de Antonio – tenemos a dos entusiastas aquí- dijo Luis cuando observó la escena- vamos a darle un poco de emoción, tú, apriétale duro los huevos -Antonio miró con súplica a ambos tipos pero rápidamente comenzó a apretar con fuerza los huevos del bronceado y alto Cristian, quien trataba de ser fuerte, pero en sus gestos se notaba el dolor que sentía por dentro ante la inclemente apretada de huevos del macho en slips al frente suyo; por su parte el negro Kevin Mappéc todavía no se había recobrado, estaba arrodillado en el suelo todavía agarrándose los huevos, su culo apuntaba hacia los otros jugadores, ambas nalgas se remarcaban vistosamente y eran cruzadas en el medio por su mano cubriendo sus partes nobles.

Luis entonces aprovechó de tocar él mismo las nalgas de los jugadores, apretó sus pompas y los pellizcó a todos en el hoyo a través del uniforme, luego les ordenó parar, les pidió a Leonel y a Alexis que ayudaran a levantar a Kevin quien todavía sentía un dolor terrible pero trató de mantenerse erguido – bien ahora todos tienen que aguantar un buen golpe, los que se arrodillen ya verán- les dijo, vio de frente al pequeño Alexis y de inmediato le dio un fuerte puntapié con los guayos que se incrustó en sus testículos sin piedad, el guapo atleta trató de aguantar pero al final se arrodilló sobándose los huevos; Luis prosiguió con Cristian a quien por ser tan alto le dio un puñetazo en el bulto, justo donde se remarcaba su paquete todavía erecto, pero este se pudo mantener de pie solo cerrando los ojos; a continuación siguió con Antonio a quien se le agachó y lo mordió en el pene a través de su ropa interior, este grito despavorido y se tiró al suelo llorando, seguidamente siguió Leonel, a quien le dio un potente rodillazo en los huevos que dejó sin aire, el tipo se tomó ambos huevos por encima de su uniforme pero logró mantenerse en pie, por su parte a Kevin bastó un delicado golpe con su dedo en el glande para quien volviera a sollozar en el suelo de lo resentido que había quedado, Luis esperó que el negro se tranquilizara un poco antes de proseguir – tú y tú, siéntense en el banco, chúpale el pene mientras tanto- les dijo a Leonel y Cristian, quienes se sentaron y en un minuto Cristian se había bajado su uniforme para se devorado por el pequeño Leonel, quien se tragaba entero aquel falo moreno como si fuera un experto.

Una vez que Kevin se hubo recompuesto lo suficiente para ponerse de pie, Luis lo miró y sonrió- te dejaré descansar a ti, ustedes dos, acuéstense en el suelo- les dijo apuntando con las armas a Antonio y Alexis, estos obedecieron al instante, se acostaron boca arriba en el suelo, uno en ropa interior y el otro todavía con su uniforme- písales las bolas, el primero que grite o llore te lo violas – le dijo el pervertido al negro – este llorando asintió y se volteó hacia los futbolistas en el suelo, quienes lo miraban con lágrimas en los ojos, Kevin pisó primero a Antonio sobre su ropa interior, las púas de los guayos se incrustaron violentamente en el paquete del macho, este ahogo un grito y miró hacia arriba respirando fuertemente, luego el negro retrocedió ese pie pero pisó con el otro al pequeño Alexis, quien sufrió el mismo destino que su compañero, solo que a este rápidamente se le lleno de sangre el short blanco del uniforme, así siguió la tortura por 2 minutos más, ambos hombres tenían la cara roja pero se mordían la lengua para no gritar, mientras Leonel y Cristiano seguían enfrascados en un rico sexo oral observando la escena, ahora Leonel también tenía una erección; finalmente fue Alexis el que gritó fuertemente y empezó a llorar – ahora hazlo – le dijo Luis a Kevin poniéndole la pistola en la nuca, el negro todavía sollozando se bajó el short del uniforme, dejando ver un culo enorme y peludo y un pene de 22 cm totalmente oscuro y empalmado, rápidamente se agachó y le bajó los pantalones al moreno Alexis, luego con fuerza lo volteó y sin lubricar introdujo el falo a través del recto del musculoso tipo, este grito aún más fuerte mientras era penetrado sin compasión, Antonio se había desmayado justo al lado, botaba sangre de su entrepierna en gran cantidad; así pasaron 5 minutos hasta que Kevin acabó con un gemido en el orto de Alexis quien se quedó acostado en el suelo sin poder moverse ni hablar, solo mirando al vacío, Luis se acercó por detrás al Kevin que todavía tenía su miembro adentro del otro tipo, se agachó y mordió fuertemente al negro en su hoyo, mientras con sus manos tomó los huevos desde detrás de este y los apretó fuertemente con sus dedos hasta que explotaron dentro del escroto, esto hizo desmayarse al jugador instantáneamente.
-Terminemos con esto- dijo Luis y se volteó hacia Leonel y Cristiano – ustedes dos, ya deténganse y vayan al campo, rápido – les dijo apuntándolos a los huevos con el arma, ambos jugadores se levantaron y caminaron seguidos por el pervertido subiendo las escaleras hasta el campo de juego, los tres hombres se pararon en medio del campo y Luis tomó un balón que había por allí – bueno, esta es la última prueba, se patearan este balón a sus pelotas, ya decidiré quien gana- y así comenzaron los jugadores, primero pateó Leonel, quien por su extraordinaria puntería alcanzó justamente en las gónadas a Cristiano, este se arrodilló sobándose los huevos con ganas de vomitar, luego de que se le pasó un poco el dolor intercambiaron de lugar, ahora era Cristiano quien pateaba el balón, dándole justo en las bolas desde abajo a Leonel, este sintió un terrible dolor al que reaccionó dando vueltas en el mismo sitio mientras gritaba Ay!, así pasaron otros 10 tiros libres, la mayor parte de los impactos dio en el medio de las piernas pues ninguno de los dos jugadores quería perder.



-Ya deténganse- Dijo Luis, pero era obvio pues ninguno de los dos jugadores podía ya levantarse del suelo, estaban ambos en cuatro patas cubriéndose sus testículos con las manos y apuntando con sus culos al pervertido mientras sollozaban y aguantaban las arcadas – ambos perdieron – dice, levanta su arma y le dispara primero a Leonel, la bala entra por el culo de este y sale por el otro lado, deshuevando completamente al pequeño muchacho; luego se acerca a Cristiano, le huele el culo, lo lame, le baja un poco el short y le da un apasionado beso negro, justo antes de sujetar sus huevos con una mano y halarlos hacia atrás antes los quejidos del futbolista, con la otra acerca la pistola y toca con el frío metal sus bolas, acciona el gatillo y los órganos explotan en la mano del fanático del fútbol, llenándoselas de sangre.
Una historia muy, muy maravillosa... Gracias, amigo mío..... Quería leerles una nueva historia sobre la destrucción de los huevos de los guardias de seguridad ... O policías o comandantes militares de 30 años, más si cabe.
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