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Mostrando entradas de abril, 2021

¿Quién no le ha querido hacer esto a su jefe?

Daniel había llegado hacía solo pocas semanas a su nuevo empleo, pero pronto se dio cuenta de que no iba a ser un lugar agradable, en la tienda no habría mucho que hacer durante el día, sino fuera por Gregory, el encargado del local quien también lleva poco tiempo desempeñando sus funciones. Gegory tiene 30 años, mide 1.89 cm, es muy delgado, sus extremidades son largas, tiene poco trasero, casi no se nota en sus blue jeans, es muy pálido, aunque es bastante atractivo de cara, con barba y cabellos desordenados, ojos negros brillantes y una nariz más bien grande. En sí no es un mal chico, pero por ser el nuero del dueño del mini market, siempre quiere todo perfecto a toda hora, para él una pelusa en el piso es totalmente injustificada, lo peor es cuando viene a visitarlo su suegro, ahí se pone a gritarles a todos, mandarlos a hacer cosas totalmente innecesarias y un poco humillantes, por ejemplo, limpiar las líneas de las baldosas del suelo del baño, quitarle el sucio de años a los esta

Esclavista se obsesiona con los genitales de sus esclavos (No apto para personas sensibles)

 Esta historia ocurrió en el año 1820. Su protagonista es Mortis, quien era un hombre de 35 años rubio y alto, medía 1.86cm, con ojos azules, cabello corto y liso, una barba igual de amarilla que cubría parte de su rostro, dentadura perfecta, delgado pero no exageradamente, era un terrateniente del sur de Texas, pertenecía a una familia pudiente de la época, vivía en una gran casa con su esposa y tres hijos pequeños, había heredado una gran fortuna de su hacía poco fallecido padre, incluyendo varios esclavos provenientes de Haití, eran su mayor orgullo, trabajaban en la finca que poseía, sembrando hortalizas, limpiaban su casa, hacían su comida, planchaban su ropa y todo cuanto ellos quisieran, la familia se enorgullecía de tratar muy bien a todos sus sirvientes, se vanagloriaban de permitirles comer 3 veces al día, vestirlos con nuevos harapos cada mes y dejarlos descansar durante una hora en la tarde, pues comprendían que la raza negra era perezosa, al menos así pensaban Mortis y su

Cura castiga a dos infieles

Dios castiga a los pecadores, todo aquel que vaya en contra de sus principios debe ser purificado con la llama del señor, pero los que sigamos sus enseñanzas, podremos conocer el reino de los cielos, eso le dijo una vez el Padre Asdrúbal a Timoti una vez de pequeño, frase que quedó marcada en su psiquis durante muchos años, él trataba de seguir al máximo las palabras de la Biblia, pero al ser tan complicado, lo consultaba cada vez que podía para saber qué hacer ante determinada circunstancia, cada domingo estaba a primera hora en la misa, acompañado de sus padres, a pesar de tener ya 25 años, el chico seguía un estricto confinamiento y entrega a su iglesia, iba a retiros espirituales, se confesaba cada semana y sobre todo pagaba sus diezmos generosos constantemente. Timoti era una belleza desperdiciada, medía 1.84 cm de altura, era delgado pero definido, su cara tenía una forma fina pero a la vez masculina, tenía un lindo bronceado en su piel, con unos ojos verdes que en ocasiones p

Encapuchados radicales castran a 5 policías

Desde hacía días que la sociedad había estado tambaleándose, los disturbios ya se habían propagado por toda la ciudad, las protestas en contra del gobierno eran bastante radicales, ya nadie confiaba en ese sistema que imperaba desde hacía años, y mucho menos en los policías que lo defendían, estos uniformados parecían enemigos de las personas, en lugar de unirse a un cambio que también los hubiera favorecido a ellos, preferían enfrentarse a las olas de manifestantes que todos los días armados con piedras, molotov e incluso armas de fuego se arriesgaban a salir a las calles a defender sus derechos. En una de las zonas más afectada por los disturbios, se encontraban aquella tarde un grupo de jóvenes, todos encapuchados, enfrentándose a un grupo de policías armados hasta los dientes y con protección excesiva, eran al menos 10 encapuchados, todos varones, con cuerpos bien definidos, aunque muchos de ellos delgados, algunos morenos, otros negros y un par blancos, a ninguno se le podía re